21 de diciembre de 2015

Olvidé como improvisar

       Cuando actúo espontáneamente no se si soy yo (mi persona), o me posee un ánima propia: de todas maneras soy responsable.
       Yendo de cabo en cabo mo se hace nada, así solamente estamos pensando sin hacer nada..: Un dulce recuerdo que vos protagonizas provocó infantiles misterios que navegué diluido, ido. Vos como sea me atraías con solo ser (en ese entonces descalificaba los logros que con la ingesta voluntaria de alguna sustancia eran alcanzados. Hoy todo vale, vale todo), yo no entendía qué pasaba, quería entender cómo hacías.
       Tenderlo y detener el tiempo, explorarlo cual buscador escruta la trama, la urdimbre, afanado en descifrar tu verdad, tu vertiente.
       Mi yo sería, mi… Es la miseria que me embarga: conocer cómo haces la tuya para activar y aprender la mía. No se si hubo nuestra, aún siento una impronta. Quiero que las cosas sean posibles pero no quiero que una posibilidad me mantenga pendiente.
       El amor que te dí ese día fué todo lo que pudo ser, encontrarnos no valió la pena, valió la alegría, y, los olvidos que tuvimos nos completaron íntegros.

El Cumpita 

ya era