30 de noviembre de 2013

Sucio Socio Sacio

Por que nos acostumbramos a quedarnos debiendo.
Por que perdimos el ánimo de arriesgar por el premio completo.
Por que nos aferramos a tantas cosas y quienes.
Por que nos hicimos blanditos y maleables, ubicados y acostumbrables.
Caminamos dormidos, atentos a una deuda de por vida, deuda ligada con verbo, hecha con pluma, justificada y santificada con pactos rebuscados y sangre profanada.
Vivimos en un artificio que contamina cielo y tierra con afán de nutrir la mente y manejar los simbólico como autíto de juguete.
La Sociedad la han hecho Apestosa!

Adelante, pueden Cuestionar.

Puma Mundano

27 de noviembre de 2013

Confusa confución, Confesa confución

No es que esté vacío, lleno, ni algún estado particular. Puede que libertad esté apartada de eso, en medio, o maldito ha sido intentar establecer lugar para ella, quien por su naturaleza moriría ante absurdo desatino, mejor soltar, que venga o valla donde le plazca, bajar de la torre vigía de la mente para con ella, dejar de violar su intimidad; a veces en versos desde el enfoque, a veces con lentes que disparan y la congelan para exhibirla en un museo falto de vida que lo recorra, opiniones, ¡qué más!, natural, justa, libre.

Observando durante una partícula de eternidad lo que el camino curtió piel de río, lo que como un imán atrae metal o viceversa preestablecida por pesadez, vino compañía, sirvió en copa brindar, calló en suelo calmar, hermano incondicional, íntegro caminante, religado ser humano consciente estás, estamos el uno para el otro y sin cuentas de un principio tampoco se avista un final. El escenario es magnifico, su flujo es divino, hoy ciclo latente salud, el grito sagrado.

Una ves tuve el parecer de Ser.

Puma Mundano

Guarani

Anduve por el Centro de la Tierra,
Por el Ombligo de la Tierra,
En donde Viviera nuestra Abuela;
Y estuve en el monte jubiloso;
Caminé desde la neblina al fulgor,
Y siendo parte de un concierto
Infinito, bello y misterioso,
Bebí del Manantial en donde brota
El Agua Verdadera,
Aquella que me hizo feliz...

Relato Mbya

ya era